¿Quien quiere ser el Rey Sancho II cuando fue el Cid quien paso a los libros de historia?
“Tan solo la
naturaleza de nuestros actos define quienes somos. Todo lo demás es
mero escaparate ante los ojos del mundo.”
Es
comprensible que, viviendo en la sociedad en la que vivimos con la,
cada vez más abrumadora, falta de valores en que se está educando a
las nuevas generaciones, sumado a la incipiente necesidad de aprecio
por las masas en redes sociales, se vea cada vez más acentuado el
culto a la belleza, sino más aún, a la búsqueda de la perfección
en la imagen que queremos transmitir a los demás de nosotros mismos,
aunque esta, diste mucho de lo que somos en realidad. Nos estamos
convirtiendo en una sociedad que venera el instante, aún a sabiendas
que es tan falso como efímero, que busca el angulo y el filtro
perfecto para mendigar unos cientos o miles de “LIKES”
que, al contrario de lo que nos pensamos, nos denigran más que nos
ensalzan y que tan solo, hacen que un número determinado de personas
con el mismo problema de integridad personal, reaccionen
positivamente hacia este “postureo”
constante en el que se ha convertido la vida.
Siempre
tengo presentes las palabras que me decía mi abuelo, un hombre no
muy estudiado, pero si muy vivido, “la
altura de una persona no se mide desde los pies a la cabeza, sino por
el espacio que separa el ceño, del final de su frente”,
queriendo referirse explícitamente al cerebro. Si un hombre que
apenas curso estudios tenía tan claro que, uno no es la imagen que
refleja, sino la mentalidad y los actos que realiza, creo que
quienes, tanto por estudios, como por la cantidad de información que
manejamos en nuestros días, deberíamos de tenerlo como meta en la
vida. Creo que no es necesario explicar a nadie, ni a un niño de
primaria, que nuestras acciones nos definen, que el grueso de nuestra
vida se resume en los actos cometidos en ella, sean buenos o malos,
pero no hay más, a
ningún cantante se le recordará dentro de 50 años por sus ojos
azules y su rubia melena, sino por sus canciones que han sido
versionadas y reversionadas una y otra vez.
Tenemos
una vida relativamente corta pero, dentro de su brevedad, podemos
elegir como vivirla, si convertirnos en maniquíes de un escaparate
global en el cual, solo somos el resultado el filtro aplicado a
nuestra imagen, o si por el contrario, queremos dedicar este efímero
momento en el que estamos en este mundo a ser alguien para los que
nos rodean, a ser consecuentes con nuestros actos en base a lo que
realmente somos y queremos ser para con nosotros y los demás. No
significa vivir una vida de puritanismo social, no, lo que en verdad
significa es, medir nuestros actos, tratar a los demás como nos
gustaría ser tratados y valorar lo que tenemos y lo que somos,
porque la raíz del problema existencial que sufre nuestra sociedad,
es la falta de valor que nos damos a nosotros, cosa que pretendemos
suplir reflejando una imagen de alguien que no somos para que, los
que nos siguen nos congratulen con un triste e invalido “LIKE”.
“En
cuanto
a un pavo real le despojas de su plumaje, pierde su belleza, pero por
mucho que quites su pelaje a un león, no dejará de ser tan letal
como antes.”
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