¿Una pensamiento es tan inútil ahora como dentro de unos años? O el tiempo puede demostrar lo contrario.
“La genialidad es tan
solo lo que, en un tiempo incorrecto se hubiese tildado de locura,
pero realizado en el momento adecuado.”
Cuando
pensamos en grandes genios, nos vienen a la mente personas brillantes
con una capacidad de hacer lo imposible y con un reconocimiento
instantáneo sobre su obra. ¿Pero en verdad es así? Pues, por
suerte o por desgracia, no. Estamos acostumbrados a un ritmo de
evolución vertiginoso, que es el ritmo que vivimos en nuestros días,
lo que facilita que las genialidades, se reconozcan con una celeridad
tan grande que no cabe a la duda. Pero esto no ha sido siempre así,
muchos de los grandes genios de otras épocas, o tardaron mucho en
que se les reconociese como tal, o simplemente, murieron tratados
como locos, hasta llegaron a ser asesinados en nombre de la “Santa
Madre Iglesia”,
por herejes. Otros, como Galileo Galilei se
vieron juzgados y obligados a rectificar por defender teorías de
otros, en este caso astrónomos,
juicio
que, por cierto, no fue anulado por la “Santa
sede”,
hasta el año 1992.
Dejando
atrás genios de hace cientos de años, nos podríamos centrar en
personajes de el siglo pasado, los cuales, sufrieron escarnio, burla
y se puso en duda su cordura, tan solo por que su mente iba décadas
por delante de la época en la que vivían. Albert Eintein, Steve
Jobs, Bill Gates, son ejemplos, de personajes que en su momento, en
un caso, la comunidad científica, en los otros dos, la naciente
nueva era de la informática, pusieron dudas sobre su credibilidad y
su valía en sus campos porque, sencillamente, no entendían, lo que
estos, ahora indudables genios, estaban intentando mostrar a la
humanidad.
Como
he dicho antes, hoy en día, casi no ponemos en duda ningún tipo de
novedad, por estrambótica que
nos parezca en un principio, porque pasado mañana ya está
demostrada, y puesta a disposición de todos, pero aún así, la
delgada línea que separa a una locura de una genialidad sigue
marcándola el momento en que se da a conocer. Por eso, es muy
recomendable, que cuando uno tiene una idea, un proyecto o un invento
el cual es desestimado de raíz, es conveniente dejarlo en, como le
llamo yo, el cajón de maduración, o sea, no deshacernos de esa
idea, sino guardarla para un más que probable momento más idóneo,
el cual, podrás ofrecerla a los mismos que te la desestimaron, con
un resultado totalmente distinto.
Por
terminar con esta pequeña exposición de la reflexión, un pequeño
consejo. Nunca tratéis de loco a alguien que os explica, os presenta
un trabajo, un proyecto un invento, etc, por el mero hecho de no
entenderlo o, de presuponer, que es imposible, porque la vida, es
como una gran mano que cuando menos te lo espera te suelta un tortazo
seguido de un, te lo dije, porque lo que hoy puede parecer un inmensa
estupidez, mañana se ha convertido en una verdad irrefutable, dando
al traste con todo lo que antes era motivo de certeza inapelable.
“La
locura es un estado mental, donde la mente está desequilibrada,
nunca algo que alguien tiene claro y los demás no entienden”
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