¿Por qué le llamamos casualidad, si en verdad es fruto de la causalidad?
“Nunca atribuyas a la
posible casualidad de un mero instante, lo que sin duda, ha sucedido
por la causalidad de los hechos.”
La
casualidad, una compañera, dicen que, inevitable de nuestro camino
por la vida, hechos aislados que suceden cuando menos lo esperamos,
personas que encontramos en lugares donde nunca imaginaríamos
encontrarlas y así, con un largo etcétera de situaciones, podríamos
definir la casualidad. Muchas veces, con la denominación de destino,
las casualidades, son menos casuales de lo que nos pensamos, puesto
que en cierto modo la mayoría de actos que realizamos, previamente
están preestablecidos y muchas de las personas que nos encontramos
donde menos nos esperamos, están ahí por una razón en concreto,
con lo cual no se trataría tanto de una casualidad, como de una
causalidad.
La
complejidad para comprender como dos personas que se conocen se
encuentran en un lugar recóndito del mundo, donde, con anterioridad
no habían planeado encontrarse y no llamarlo casualidad, es
evidente. Es complejo, pero con un ejemplo personal se puede
explicar:
-Dos
amigos de años, que hace tiempo que no se ven, aún viviendo y
trabajando en la misma ciudad, coinciden en Punta Cana, al
anochecer en el bar del hotel.
Hasta
aquí todo es casual, la situación en sí, nos invita a pensar que
ningún razón puede hacerlos coincidir en ese lugar, el motivo por
el que coinciden, es el que comienza a conformar la causalidad. Estos
dos amigos, después del primer momento de incredulidad, después de
un buen tiempo poniéndose al día de sus vidas y de recordar viejas
batallas, caen en la cuenta de que el lugar donde se han encontrado
no es nada lógico, entonces se preguntan el uno al otro el motivo de
su visita a la isla.
Primera
coincidencia, los dos están en el lugar por trabajo, ¿Otra
casualidad? Segunda
coincidencia, los
dos llevan los mismos días y están, aunque en distintos trabajos,
ya que uno es montador de cortinajes y tapizados y el otro es
montador de sistemas electrónicos, están para la misma
reforma del hotel, ¿Aún sigue pareciendo casualidad? La tercera
coincidencia, es la que desvela la causalidad y dirime todo tipo de
casualidad posible, los dos trabajan como servicio técnico, cada uno
en su ámbito, para la misma compañía. O sea, la única casualidad
que hay, es que no se hubiesen encontrado antes, habiendo trabajado
en las mismas obras, al mismo tiempo, esa si es la casualidad.
Posiblemente,
los ejemplos que a veces pongo para describir lo que quiero explicar,
sean un poco enrevesados, pero este era bastante necesario para poder
distinguir lo que tiene una causa a lo que sucede simplemente por
azar. Sin poder negarlo, las casualidades existen, pero en la misma
medida en la que existen, muchas veces les achacamos a ellas,
situaciones que contienen una explicación lógica para producirse en
ese modo y en ese momento, sin que nada tenga que ver, ni el azar, ni
la casualidad, ni el destino, tan solo que A y B, por una causa
concreta, están “condenados”
a encontrarse.
“Nada
tiene que ver con la casualidad que guepardo y gacela compartan
ecosistema, la casualidad es que el primero sobreviva sin existir el
segundo.”
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