¿Mejor sólo o mal acompañado?
“Prefiero ser un lobo
solitario a estar en la manada equivocada. Porque no hay peor soledad
que la que se siente entre la multitud.”
Soledad,
ultrajada, maltratada, despreciada y hasta aveces, motivo de burla,
un estado en el que poca gente se desenvuelve con soltura, en el que
muchos, creen que se pierde la cordura y la visión de la realidad.
Soledad,
situación en la que se carece de ninguna compañía, aunque no sea
del todo cierto, porque para quien la sabe gestionar, en la soledad
encuentra a sus mejores compañeras, la inspiración, el sosiego y la
paz, pero sobretodo, encuentra el tiempo necesario para estar con uno
mismo, una compañía cada vez más escasa y que es tan necesaria
para nuestra salud mental, como el contacto con otras personas, sino
más aún.
El
porqué demonizamos este
estado tan natural, como necesario, se podría buscar en los estigmas
creados por la propia sociedad. Aunque en la sociedad moderna es más
común encontrar personas que vivan solas, hasta hace pocas décadas,
eso era sinónimo o de, desequilibrio mental, o de llevar una mala
vida. Las religiones también tienen mucha culpa en ello, el no estar
bien visto vivir fuera de un núcleo familiar, la casi obligatoriedad
del matrimonio, han sido causantes que, nuestra protagonista, haya
sido considerada casi como una enfermedad contagiosa. Si lo pensamos
bien, en los momentos de decisiones muy importantes, sentimos la
necesidad de cierto grado de intimidad, de la necesidad de que nadie
pueda interferir en los pensamientos, ni tampoco en dichas
decisiones.
Entonces,
la soledad no es tan mala pero,
¿Qué
pasa cuando de la soledad se deriva a
un modo de vida? La
vida solitaria es un estilo de vida al que se adineren las personas
que no suelen comulgar con su entorno. Ya sea por creencias o por el
modo de vida, muchas personas toman la decisión de llevar una vida
solitaria, hecho que no implica no tener contacto con la sociedad,
sino el pasar el mayor tiempo de su día solos, porque el gran error,
es pensar que una persona solitaria no tiene una interacción
continuada con otras personas, lo que pasa es que esas interacciones
son más esporádicas y con un grupo más reducido de gente, lo que
hace imperceptible dichas interacciones al ojo que no quiere verlo,
osea a la sociedad clásica, la cual ya se ha encargado de catalogar
a dichos individuos.
Sinceramente,
y viendo como está la sociedad de hoy en día, veo mucho más lógico
dedicar el tiempo que tienes en ti mismo, que no comulgar con la
hipocresía de la muchedumbre, por el mero hecho de no ser
catalogado. Y lo veo así por dos razones muy concretas y,
desde mi punto de vista, irrebatibles, la posibilidad de ordenar y
dar descanso a tu mente, y la ocasión de poder llevar a cabo muchas
de las metas que nos proponemos durante la vida. Para mí estas
razones son el gran pilar que sustenta la vida en solitario, cuando
no se comulga con lo que te rodea, pero la más importante de todas
es que, la mayor impotencia que puedas sentir en esta vida, es
sentirte solo cuando estas en multitud, porque eso si que no tiene
ningún remedio ni provecho.
“La
soledad es la musa que convierte en arte la locura del bohemio”
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