La incultura de lo propio.
La falta de cultura nos hace valorar más lo mundano por lejano, que lo extraordinario que tenemos a la vuelta de la esquina."
La ignorancia que tenemos de nuestro entorno es, en parte, culpable de la falta de aprecio de todo lo que nos perdemos cerca, de miles de curiosidades y lugares bellos que, sin embargo, no suele pasar desapercibido a los ojos de turistas, que vienen a disfrutar de nuestras joyas escondidas. Nuestra cultura esta tan maltrecha, que valoramos mucho más las playas caribeñas, que sin desmerecerlas lo más mínimo ya que son muy hermosas, no ofrecen mucha diferencia a playas que tenemos a pocos kilómetros de nuestra casa, que ya sea por difícil acceso, o por la poca publicidad que tienen, no son muy conocidas, pero nos ofrecen aguas cristalinas, limpias, arenas naturales y, sobre todo y ante todo, tranquilidad, ya que no están masificadas.
Poniendo como ejemplo las playas, puedo parecer un poco banal, pero es el ejemplo fácil, el más común en la elección de un destino de viaje. Acantilados con vistas increíbles, caminos que te hacen sentir vivo, sendas para disfrutar, tanto a pie, en bicicleta o a caballo y todo en una minúscula isla del mediterráneo, muy valorada por el turista que quiere tranquilidad, pero poco aprovechada por el mismo habitante, aclarando que en los últimos años se esta haciendo mucha publicidad de sus rutas y sus maravillas y la gente oriunda del lugar, se está poniendo las pilas en conocer bien su isla.
Sí hablo de Menorca, de un maravilloso paraíso, pero podría hablar de miles de lugares de España, necesitamos urgentemente aprender donde vivimos.
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