El imponente valor de la muerte en nuestra vida

Capítulo XXVIII El imponente valor de la muerte en nuestra vida Desde el preciso momento en el que somo engendrados, tenemos una fecha de caducidad, si bien totalmente incierta, sí, inequívocamente inexorable. El ser humano, desde que se ha podido estudiar, siempre ha rendido culto a sus muertos y en todas las culturas y religiones, se vive preparándose para llegar a la muerte, siendo digno para dar el paso al más allá. Sin entrar en valoraciones culturales o religiosas, ni tan siquiera, valorar toda la historia del ser humano, empíricamente hablando, la muerte forma parte continua y paralelamente del rumbo de nuestras vidas, puesto que comprendemos el sentido de la muerte, vivimos buscando dar sentido a nuestra existencia e intentando permanentemente, evitar y burlar la llegada de la “Parca” a buscar el último suspiro de nuestro ser. El problema de tener tan presente nuestro fin, es que muchísimas veces, más por inconsciencia que por premeditación, descu...