Sueños, el motor de la vida




Los sueños que nos resultan imposibles hoy, si los perseguimos con confianza, paciencia y perseverancia, pueden, sin dudarlo, convertirse en realidad del mañana.”



La relatividad de los momentos, es constante en nuestras vidas, más si cabe, con el ritmo frenético de vida que estamos acostumbrándonos a llevar hoy en día. Eso hace que, olvidado en el cajón de las ilusiones rotas, de las metas que, a veces, ni nos planteamos comenzarlas, queden custodiados bajo la llave de la falta de confianza y de la incapacidad por perseverar, hasta el fin de nuestros días.
Los sueños, esos sueños que nos planteamos realizar, sobretodo a ciertas edades, la adolescencia mayormente, suelen ser un compendio de metas inalcanzables en ese momento, en las cuales, tenemos la esperanza de poder realizarlas cuando seamos “mayores”. Ser mayor, ¿cuando se es mayor? Pues se es mayor cuando ya no tienes oportunidad de avanzar, por eso siempre me ha hecho mucha gracia la pregunta del millón que se le hace a nuestras hijas e hijos… ¿Qué queréis ser de mayores? A la cual, la inocencia de l@s pequeñ@s, suele ser, desde super héroes, pasando por futbolista, maestros, estrellas de cine, etc. Yo voy a cumplir en breve 45 años y no soy mayor, mas he de añadir, que yo de mayor “no quiero ser”, no quiero ser una molestia para mi familia, no quiero ser cascarrabias, no quiero ser un gruñón mal agradecido, pero para eso queda mucho, porque como he dicho antes, yo no soy mayor y no lo soy simplemente, porque sigo persiguiendo mis sueños, porque ni por edad, ni por situación de salud o económica, dejo de luchar por lo que quiero y me gusta hacer. En nuestra vida, tendremos grandes desilusiones, rocas en el camino, que dificultarán nuestro avance, pero si eso se interpone entre nosotros y nuestros sueños, aunque sea mellando lentamente la roca, o buscando un camino para rodearla, debemos continuar.
Como bien sabéis, los que seguís estas reflexiones, soy muy amante de poner ejemplos propios, más que nada, porque es muy fácil hablar de lo que no se ha vivido, no tanto cuando si lo has pasado y tienes que explicarlo. En esta ocasión, no será menos, para que os deis cuenta que los sueños se persiguen, aunque tenga que darte un empujón alguien desde fuera, hay que perseguirlos. Como os daréis cuenta, me gusta escribir, pero siempre lo he hecho a través de las redes o de un blog, el libro blog “Amanecer de un pensamiento”, fue mi primer formato más parecido a un libro que a un artículo, luego he continuado con estas reflexiones, a las que doy explicación para que no se queden en meras citas. Pero un día cierta lectora de mis locuras me dijo, Miguel, ¿por qué no escribes un libro? Alguien que ni siquiera conocía, mas que de intercambiar tweets, me recordaba mi sueño y como todo soñador, mi primera reacción fue, no estoy preparado, pero en verdad y como me dijo esta persona, ya lo estaba haciendo, tan solo tenía que cambiar el formato, divulgativo, por el narrativo. El resultado, es que estoy cocinando un libro y además, no es un libro cualquiera, porque es narrativa en rima libre, que aunque se que es muy poco atractivo, es lo que me apetece hacer, así que:


Cuando en tu cabeza se moldea un sueño, no dejes de perseguirlo, no dejes de luchar por él y sobretodo, no dejes de soñar, porque el día que dejes de soñar es cuando en verdad serás mayor.


Agradecimiento a Monika Torres.



Miguel Servera

Comentarios

Los visitantes se han interesado más por...

¿Es más o menos mesurable el acto dependiendo quien lo haga? O la hipocresía no deja ver la tragedia del Mediterráneo.

La importancia de tener una mente clara

Prólogo