Reconocer un farsante

"No solo conocerás al farsante por sus andares, también por su verborrea insultante, pueril y sin sentido."


A veces hay energumenos dispuestos a insultar la inteligencia de los demás, de creerse superiores usando los sentimientos del prójimo para intereses propios. Se piensan que sus palabras pueden encandilar, per se, a todo el mundo, vale que hay gente que caerá en sus redes, que creerán a pies juntillas, sus falacias y creen que los demás son inferiores, que deben, casi por decreto Ley, decir "amen amen" a sus improperios y otros insultos para la inteligencia.

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